Cuando la exigencia por conseguir la excelencia y buscar la perfección se convierten en el eje de una bodega, el reto es duro, y conseguirlo es difícil.
Hay dos hechos que demuestran nuestra exigencia:
Los vinos de Amaren no se elaboran todos los años, tan sólo en aquellos que la calidad del viñedo nos lo permite. Nuestros vinos tienen una producción limitada en botellas y cada añada la cantidad varía en función de que la viña nos proporcione la calidad exigida.
La vendimia, toda manual, la realizamos bajo un estricto control en la selección del viñedo. A cada una de las parcelas le asignamos un destino diferente según su producción, tipo de tierra, situación, orientación de la misma y edad del viñedo.
En Bodega Amaren disponemos de un viñedo de verdadero lujo. 22 hectáreas de viñas de más de 60 años y 30 hectáreas entre 30 y 60 años componen un viñedo que es el gran argumento de nuestra bodega. Cepas de una media de edad muy elevada donde algunas alcanzan edades que rebasan con holgura el centenar de años. Viñedos viejos que consiguen un equilibrio perfecto dada su baja producción.
Nuestro mayor valor es un viñedo excelente y ser expertos en su gestión y selección. Las viñas seleccionadas para Amaren están localizadas en zonas de ladera y terrazas, con una perfecta exposición solar y donde la tierra es pobre, ideal para conseguir cepas y uvas de la máxima calidad. Pequeñas parcelas que difícilmente llegan a contar con una superficie de una hectárea, haciendo que el trabajo en las mismas sea realmente concienzudo y sacrificado.